Autora: Kirsten Gier
Digamos que si no los convencen estas lindas portadas de los libros, estoy segura que lo hará el conocer un poco más de la historia. Les mostraré las sinopsis de cada libro y mi opinión de ellos.

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Nos presenta a cada uno de los personajes, y no es difícil encariñarse con unos cuantos y odiar a algunos otros... Inmediatamente comienza la intriga, el qué pasará y el qué pasó, ya que para aumentar nuestro nivel de frustración hay una serie de profecías, todas escritas en códigos que uno va descubriendo a lo largo de la historia. Las enamoradizas caerán en un charco de sus propias babas al conocer al misterioso Gideon de Villiers, tal cual yo lo hice cuando tuve el placer de conocerlo en estas páginas. Y a las que aman el buen humor y a las personas que sencillamente no encajan en ciertos periodos de la historia, pasarán un buen rato conociendo a Gwendolyn. Es un libro que prácticamente devoré en unas cuantas horas y su final no me dio respiro. Digamos que quedé con la boca abierta en lo que dura cerrar este libro y buscar el siguiente en mis archivos. Y el siguiente... bueno, veamos que hay al respecto.

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Logré cerrar la boca cuando comencé a leer este, y digamos que muy pronto comencé a reír a carcajadas y a enamorarme por completo de otro personaje: Xemerius, una gárgola que al descubrir que Gwen no sólo lo veía, sino que también podía hablar con él, la sigue a todas partes y no pierde el tiempo en dar su opinión con respecto al pomposo Gideon de Villiers. En este libro continúa la intriga, pero uno comienza poco a poco a unir detalles y a exclamar una serie de "aaaah" de comprensión al darnos cuenta que la verdad siempre estuvo frente a nuestros ojos, sólo que no la imaginábamos en absoluto. Si con el final del primer libro quedé con la boca abierta, con este final quedé enfadada con Gideon, con el mundo y con todo lo relacionado al Conde de Saint Germain... fui corriendo a buscar el último libro en mis archivos para quitarme el mal sabor de lo sucedido. Y vaya que me lo quité... Leamos como sigue entonces.

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A Gwen no le hacía ninguna ilusión ser la última viajera en el tiempo, ni tener que viajar al pasado para tener que cerrar el Círculo de los Doce (que, además, es tan secreto que no lo entiende), ni enfrentarse a enemigos dispuestos a acabar con su vida. Preferiría quedarse con su vida normal y corriente: instituto, amigas y algún chico de vez en cuando. Sin embargo, cuando conoció a su compañero de viajes, el encantador Gideon de Villiers, la cosa se puso muchísimo más interesante... ¡Y surgió el amor!
Pero ahora Gwen está destrozada. Acaba de descubrir que todas las atenciones del chico eran solo una estratagema para distraer al oscuro Conde de Saint Germain y cumplir él solo la misión. Pero la jugada no le salió tan bien y ahora se encuentra en manos de un nuevo enemigo: una Sociedad Secreta infiltrada en casa de los De Villiers dispuesta a acabar con los viajeros en el tiempo.
¿Qué debería hacer ahora Gwen? ¿Rescatar a Gideon y luchar juntos para cerrar el Círculo? ¿U olvidarse de todo y volver a su vida del siglo XXI?

La última entrega de esta trilogía no deja de sorprender. Todos los hilos se conectan y la verdad queda visible a todos, y claro, mi boca quedó abierta al completo. Ya había comentado que eran cosas que no imaginábamos pero, lo que se descubre en este libro es sencillamente increíble. Claro que para llegar a dicha verdad, Gwen y Gideon por fin logran unir sus fuerzas y juntos van yendo de clandestinos al pasado para encontrar más detalles que serían necesarios a la hora de descubrir la verdad. Aparece otro personaje, un hermano de Gideon que también las mantendrá con la boca mojada por un rato, y creo que una de las cosas que rescato del libro y no por ser mala sino por lo que implica la situación, es el hecho de que la gran Charlotte, quien tuvo que soportar como su vida fue manejada por otros para finalmente tener que quedarse en casa, se desmoronara. Sencillamente este libro es la guinda de la torta.
En conclusión...
Esta era una trilogía que no quería leer por todo lo que implican los viajes en el tiempo, el hecho de los dolores de cabeza cuando intentamos explicar la paradoja espacio temporal y el tener que estar pendiente de los detalles; pero claramente la historia es todo lo contrario. Fácil de leer, yo lo hice en un par de días, y nos logra mantener intrigadas y risueñas durante un buen rato. ¡Luego la estarán recomendando ustedes a sus amigos! Tal como hizo Bubbles conmigo, quien no paró de insistir hasta que le confesé como babeaba por Gideon de Villiers. Sólo me queda decir: ¡Léanla! No se arrepentirán.
Almendroide